A lo largo de la Edad Media aparecen en toda europa «vírgenes negras». Estas imágenes que representan a María con Jesús tienen en común el color de la piel, normalmente marrón, pigmentadas con diversas tierras sombras e incluso utilizando negro de humo.
Podemos encontrar numerosas representaciones de ellas en toda Europa, principalmente en Francia.
Existen diversas teorías acerca del color de estas esculturas, la más extensa es la que relaciona estas imágenes con diosas paganas precristianas, esto es, divinidades femeninas relacionadas con el culto a la tierra, a la fertilidad y a la Diosa-Madre. Un ejemplo de ello es el culto de Isis (Aset), diosa de la maternidad y de la fertilidad, que en el antiguo Egipto se representaba con su hijo Horus en la falda. Esta iconografía parece ser precursora de la representación cristiana de la Virgen y el niño.
La elaboración de vírgenes negras, ¿fue acaso la recuperación del culto a la tierra?, o bien ¿ se quiso recuperar el culto a antiguas diosas de la fertilidad escondidas bajo el aspecto de vírgenes cristianas?
Existen muchas teorías al respecto sobre su significado y su culto medieval. Lo que curiosamente llama la atención es que todas ellas han sido halladas de manera casual, no habiendo sido (presupuestamente) fabricadas por la mano del hombre.
Los enclaves, donde se han encontrado, están relacionados con entornos naturales como cuevas, cursos de agua, lagos, montañas, pozos… Algunas de ellas mantienen relación con una misma leyenda acerca de su descubrimiento: gracias a un agricultor con sus bueyes. Esto es, en un determinado momento del camino los bueyes ya no quieren avanzar más, se arrodillan y besan el suelo. El campesino cava la tierra y encuentra la escultura de la virgen.
Principalmente en Francia se pueden encontrar imágenes en lugares donde existe una importante presencia megalítica, también en antiguos enclaves celtas.
Además, a muchas de ellas, se les atribuyen milagros y cualidades parecidas: protectoras de los marinos, devuelven la vida a los bebés nacidos muertos y liberan a los cautivos de sus cadenas.
Por todo esto, parece ser que la Virgen María, representada negra, quiere evidenciar unas características propias que están íntimamente ligadas con la fecundidad, la sexualidad, la regeneración,… todo ello en contraposición a la vírgenes blancas que representarían la otra esencia del aspecto femenino.